En colaboración con Edwin Loarte y Luzmila Dávila 

         

El equipo de Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem) que quedó en la base Machu Picchu en la Isla rey Jorge, en la Antártica, está compuesto por tres ingenieros ambientales que estudiaron en la Universidad Nacional Santiago Antunez de Mayolo. Luzmila Dávila (Huaraz, Ancash) es especialista en glaciología y responsable del inventario nacional de glaciares y subdirectora de Glaciares de Inaigem. Alexzander Santiago (Huari, Ancash) se especializa en geomática, teledetección y manejo de drones. Mayra Mejía (Huaylas, Ancash) trabaja en el inventario de glaciares y lagunas, tiene mucha experiencia en la restauración de ecosistemas de montaña. 


Viernes 1

El equipo subió al glaciar Znosko y llegamos hasta la cumbre para instalar unos equipos que sirven para medir humedad, temperatura, dirección y velocidad del viento. Estos equipos se llaman 'kestrel' y se instalan a alturas preestablecidas y nosotros decidimos que sería a cuatro altitudes para poder tener data de estas variables a lo largo de todo el glaciar. Ese mismo día sacamos muestras de nieve para analizar presencia de carbono negro, fueron dos puntos de muestreo el primero a 146 y el segundo a 268 msnm. 

Kestrel en la cima del glaciar Znosko. Foto: Luzmila Dávila

Alex Santiago instalando los Kestrel en el glaciar Znosko. Foto: Luzmila Dávila

Alexzander Santiago acopiando información de los kestrel instalados sobre el glaciar Znosko. Foto: Luzmila Dávila

Muestras de nieve del glaciar. Foto: Mayra Mejía

También empleamos el dron que llevamos desde Lima. Es un dron multirotor que permite vuelos en horizontal y en vertical tal como un helicóptero y además contamos con calentadores para las baterías que permiten calentarlas antes de usar el equipo (antes del vuelo) sobre el glaciar.   

Alexzander Santiago Programando el vuelo dron. FOTO: LUZMILA DÁVILA

Alexzander Santiago iniciando el vuelo dron. FOTO: LUZMILA DÁVILA

Dron volando bajo la atenta mirada de Alexzander Santiago. Foto: Mayra Mejía

Hicimos volar al dron cuatro veces recogiendo información valiosa que servirá para realizar el balance de masa usando el método geodésico. ¿Para qué sirve todo esto? Para determinar cuánto de agua en forma de hielo y nieve acumula y pierde el glaciar cada año. 

Hacer esto no es fácil. No solo requiere buen estado físico sino mucha previsión y experiencia. Todo esto que son bastantes kilos es cargado por nosotros durante la ascensión al glaciar. De hecho el equipo del buque nos vio subiendo desde el helicóptero en una cordada.

Cordada a la cima del glaciar Znosko, realizando barrido radar. FOTO: MAYRA MEJÍA

Helicóptero realiza fotogrametría. Foto: Alexzander Santiago


Sábado 2

Ascendimos nuevamente por el glaciar para verificar el funcionamiento de los equipos dejados toda la noche.

Otra cosa que haremos hoy son perforaciones en el hielo del glaciar para obtener lo que se llaman “testigos” de hielo. Estos son unos cilindros de hielo de algunos metros de profundidad. El hielo cuando se formó hace cientos o miles de años atrapó partículas y burbujas de aire que nosotros analizaremos. Es decir investigaremos como era la atmósfera en el pasado y qué sustancias se acumularon. Hoy, comenzamos a hacer las perforaciones en dos puntos. Es un trabajo arduo y terminamos agotados pero contentos.

Alexzander Santiago y Luzmila Dávila realizando las perforaciones de hielo. FOTO: MAYRA MEJÍA

Simultáneamente recogemos muestras de líquenes. Los líquenes son unos organismos producto de la simbiosis entre hongos y algas. Acá son muy abundantes y los recogemos no solo para conocer las especies y sus propiedades sino para saber si acumularon alguna de las sustancias que encontramos en el glaciar, y en los lodos que se producen con la de glaciación. El mal tiempo nos juega en contra. Los vientos en la cima del glaciar alcanzan 45 nudos. Nieva con viento y no es fácil caminar. 

Mayra Mejía y Luzmila Dávila colectando líquenes. FOTO: ALEXZANDER SANTIAGO

Mayra Mejía obteniendo muestras de líquenes y musgos. FOTO: ALEXZANDER SANTIAGO

Liquen antártico. FOTO: MAYRA MEJÍA

 

Domingo 3

Luego de estar prohibidos de salir por el mal tiempo, hemos recogido muestras de líquenes y algas rojas que están sobre el glaciar. ¿Qué haremos con las algas? Se analizará la clorofila para determinar el nivel de toxicidad de las algas que a su vez contribuyen a alterar el medio de las especies marinas. Este día nos dispusimos a trabajar en laboratorio las muestras preservándolas, analizamos un poco los datos obtenido por los kestrel en el ultimo ascenso. Se pudo verificar que hubo un corte de transmisión en uno de ellos, los demás estaban funcionamiento adecuadamente.

Alexzander y Mayra en el laboratorio ordenando las muestras, mientras afuera el viento arrecia. Foto: LUZMILA DÁVILA

En la parte baja del glaciar se forman lagunas producto de la deglaciación, hemos sacado agua de esta laguna para analizar isotopos de oxígeno e hidrógeno, estos análisis del paleoclima permitirá entender el proceso de cambio climático actual y pasado. Fotografiamos lobos de mar, focas y pingüinos. 

Vista de la laguna en formación por la deglaciación del Znosko. Foto: LUZMILA DÁVILA

Nuestros curiosos amigos. Foto: LUZMILA DÁVILA

Nuestros amigos pingüinos de la ensenada Mckellar. Foto: LUZMILA DÁVILA

Foca de Wedell haciendo siesta. Foto: LUZMILA DÁVILA


Lunes 4

Estamos con los pies atados, vientos de 40 nudos nos impiden salir, organizaremos las muestras de laboratorio para aprovechar nuestro tiempo.

Luzmila y ALEXZANDER en el laboratorio organizando muestras. Foto: Mayra Mejía


Martes 5

Hoy recorrimos nuevamente el glaciar Znosko en busca de nuestros sensores que por el mal tiempo y el viento cayeron y quedaron ocultos bajo la nieve. Los recuperamos e instalamos nuevamente. Seguimos recogiendo líquenes del resto de transectos. Hay cosas súper interesantes sobre los líquenes, pues éstos son multifuncionales. Tienen potencial para ser usados como indicadores de ambientes perturbados, su composición bioquímica puede ser clave para encontrar nuevos compuestos para la medicina, son fijadores de aromas. También nos sirven para conocer la edad geológica de morrenas glaciares, son grandes indicadores del cambio climático. 

Líquenes antárticos. FOTO: MAYRA MEJÍA

Líquenes antárticos. FOTO: MAYRA MEJÍA

También colectamos coordenadas con el GPS diferencial para poder usar las mediciones en nuestros levantamientos fotogramétricos con el dron y cámaras desde el helicóptero.   

Alexzander tomando puntos geodésicos en la morrena lateral izquierda del Znosko. FOTO: LUZMILA DÁVILA

¿Cómo y para qué hacemos esto? Las fotos del glaciar las tomamos desde dos punto de vista distintos para recrear imágenes en 3D. Luego con las coordenadas de los GPS diferenciales podemos asignar medidas exactas a las fotos que tomamos y así calculamos la cantidad, altura de la nieve y hielo del glaciar. Los productos de todo esto se llaman ortofotos y modelos de elevación digital (DEM). 

Miércoles 6

No pudimos avanzar mucho (las condiciones climáticas han sido difíciles) pero hemos terminado de colectar algas y tomar data del resto de puntos de GPS diferencial. Estamos preocupados por el tiempo. Los factores meteorológicos son adversos y empeorará en los próximos días.

Jueves 7

Hemos experimentado una mejora en el tiempo, pero nos vemos obligados a trabajar sólo en el mejor momento del día, así esto signifique salir a trabajar solo después del almuerzo y el tiempo es corto, hemos culminado con las perforaciones de dos puntos, incluida la perforación en la cumbre del glaciar, hemos recuperado el kestrel instalado días antes en el mismo punto.

Acopiando datos meteorológicos de los Kestrel en el glaciar Znosko. FOTO: ALEXZANDER SANTIAGO

Obteniendo muestras de hielo de la perforación en el glaciar. FOTO: ALEXZANDER SANTIAGO


Viernes 8

Hoy iniciamos los trabajos de GPR, utilizamos antenas y pulsaciones eléctricas a través de ellas para conocer cuál es el perfil del espesor glaciar y determinar la base que soporta todo ese volumen de hielo. Hemos realizado cuatro vuelos para complementar la parte media alta del glaciar. No ha sido posible realizar un vuelo en la cumbre por el mal tiempo, la frustación nos invade, pero debemos ser positivos y ver las posibilidades en los siguientes días. Durante el recorrido tuvimos un pequeño incidente, uno del grupo casi cae a una grieta en el glaciar Znosko, no se ha tenido consecuencias, lo sacamos y todos estamos ilesos. Estos accidentes pueden ocurrir en un terreno inhóspito como este. Debemos redoblar las medidas de seguridad al trabajar en las montañas en el Perú y más aún acá. Esto es lo que ha hecho el coronel del Ejército peruano Ulises Cabanillas García, jefe de la expedición Antar XXVI, quien en todo momento ha exhortado a desarrollar las actividades con seguridad y precaución.

Cordada para realizar las mediciones de espesor de hielo. Foto: Mayra Mejía


Sábado 9

Hoy se realizaron dos vuelos de dron del lado derecho del glaciar para continuar con el trabajo ya iniciado, completamos un tramos con GPR en la parte baja del glaciar y luego retornamos a la base.

Ascendiendo al glaciar Znosko muy cerca a la cumbre. FOTO: MAYRA MEJÍA


Domingo 10

Llegó el buque Carrasco a recoger a un científico, así que el equipo que está en el buque aprovechó para seguir tomando fotos de los glaciares en la ensenada Mackellar para poder medir la altura de los glaciares y cantidad de hielo y nieve. Regresaremos pronto.



(Foto abridora: Alexzander Santiago y Luzmila Dávila en busca de puntos geodésicos en el glaciar Znosko. Imagen de Mayra Mejía)